Después de ese incomodo y mal entendido encuentro, Ayami
y Tsubasa se encontraban sentados en una de los bancos del patio con Nana y
Sakura paradas frente a ellos exigiendo una explicación.
—¿Están saliendo? ¿Por qué nos lo ocultaste de ese modo
Ayami? —pregunto Sakura.
—¿Qué? Yo… —Tsubasa no sabía que responderles, era una
idea errónea la que se habían hecho y realmente le molestaba que pensaran eso.
Ayami pudo notarlo en su rostro, por lo que decidió hablar.
—¡Les diré la verdad! —suspiro Ayami, que para ellas era
Tsubasa. Después de todo eran sus amigas y debía confiar en ellas—. Yo soy
Ayami, debido a un incidente del cual no sabemos como resolver, me encuentro en
atrapada en el cuerpo de Tsubasa.
—¿Estas Loca? —Tsubasa se puso de pie.
—Po-Po-Por la reacción de ambos debería creer lo que
dices… Pero ¿Qué locura es esa? —dijo Nana alterada, mientras que Sakura casi
ni respiraba.
—¡Es la verdad! —insistía Ayami.
—Cállate, no hay forma que te crean —replicaba Tsubasa
muy molesto.
—Ahora que lo pienso, ambos actúan como el otro…
¿Entonces es cierto? —hablo por fin Sakura, bastante tranquila para sorpresa de
los demás.
—Si, es verdad. Estos collares tienen algo que ver, les
contare… —Ayami les explico como sucedió todo con lujos de detalles, incluyendo
el aspecto de esa extraña mujer que aun no se digna a regresar y ayudarlos a
resolver su problema.
Sakura y Nana optaron por creerles, después de
realizarles preguntas que solo ellos mismos podían responder, y asi pudieron
corroborar que decían la verdad. Aceptaron guardarles el secreto y ayudarlos
con su problema, tratando de localizar a esa mujer.
Parecía difícil, extraño y confuso, pero aun asi
trabajarían en equipo para lograr una solución. No podían quedar asi de por
vida, seria muy problemático y duro para ambos.
—No puedo creer que hayas terminado en este enredo,
Ayami-chan —Le decía Sakura a Ayami, mientras caminaban juntas a casa como
solían hacerlo, pese a que Ayami lucia como Tsubasa.
Ese día Nana no pudo acompañarlas, ya que tenia reunión
con el club de matemática y Tsubasa se había ido a revisar el negocio de la
bruja, como el la llamaba. Era un momento ideal en que ambas amigas podían
tener una tranquila charla como antes de este problema solían hacerlo.
—¿Y como te sientes con todo esto, Ayami?
—Es complicado —suspiro Ayami—; todo paso tan rápido y de
este modo. No entiendo porque me paso esto y justamente con Tsubasa, siendo que
nos llevábamos tan mal. Eso lo hace mas complicado.
—Tal vez esa sea una de las razones —sonrió Sakura, pero
Ayami no comprendía—.Que tal vez, solo tal vez, el destino los haya puesto a
prueba. Como se llevaban tan mal les tubo que pasar para que pudieran
comprenderse mejor, y si lo logran capaz puedan volver a sus cuerpos. Eso es lo
que se me ocurrió… Perdón. —dijo apenada.
—¡¡Sakura, eres sorprendente!! —Ayami abrió los ojos bien
grandes, una idea de lo que estaba pasando había despertado gracias a su amiga.
—¿Y-Yo?
—¡¡Si!! Si logramos comprendernos podremos regresar a
como éramos antes. Es una posibilidad, no hay que descartar nada.
—¿Pe-Pero no están asi ya de hace bastantes días? Creo
que por sus personalidades tercas y competitivas les será difícil comprenderse,
a demás no estamos seguras. Hay que encontrar a esa mujer y confirmar nuestras
hipótesis.
—Eso es verdad, últimamente parece que peleamos mas que
antes —suspiro Ayami—. Tienes razón, aunque hay que comentarle esto a Tsubasa y
Nana.
—Seguro —sonrió Sakura—. Cambiando de tema ¿Cómo harás
con tu cita con Kai-kun?
—Mi-Mi-Mi… ¡¡Cierto!! —grito Ayami—¿Q-Que voy a hacer? Si
cancelo la cita pensara que no me importa y soy descarada, no puedo hacer eso.
—Necesitaras la ayuda de Tsubasa.
—Solo espero que pueda. No le cae muy bien a Tsubasa.
—No te preocupes amiga, ya veremos como hacemos para
ayudarte —Sakura le daba todo su apoyo. Ayami se sentía feliz de poder tener
ese apoyo, quería mucho a sus amigas.
Al día siguiente por la tarde –cuando las clases ya
habían finalizado-, los cuatros se reunieron en la biblioteca para hablar del
tema. Ayami explico lo que Sakura había pensado, lo cual Nana lo aprobó y
pensaba del mismo modo. Tsubasa no opinaba al respecto pero tampoco decía lo
contrario, creo que él se había dado cuenta de que se trataba de algo parecido,
el problema era ¿Por qué? ¿Por qué esa mujer sabia de ellos? ¿Y como era esto
posible?
Decidieron seguir con sus rutinas diarias y ayudarse los
unos a los otros para poder llevar esto hasta le final. Ayami y Tsubasa
seguirían el plan de Nana, que consistía en llevarse mejor y tratar de
comprender un poco mas la vida del otro como a Sakura se le había ocurrido,
esperando poder llegar a una solución lo antes posible. Al menos hasta poder
contactar a la mujer que los metió en este lio.
Los días pasaban, llenos de tares por el festival, el día
de la cita se aproximaba y Ayami aun no había hablado muy claro con Tsubasa al
respecto. Estaba preocupada y necesitaba hablar para llegar a un acuerdo; al
menos Sakura y Nana decidieron ayudarla.
—T-Tsubasa… ¿Po-podemos hablar? —Le pregunto Ayami, algo
temerosa, antes de que se fuera del salón ya vacío, mientras que Nana entraba
junto a Sakura.
—¿Umm? ¿Qué es esto? ¿Es una emboscada? —Les pregunto a
las tres mientras se paraban frente a el e hicieron una reverencia al mismo
tiempo.
—¡¡Por favor ayuda a Ayami con su cita!! —dijeron Nana y
Sakura al mismo tiempo y tono, mientras que Ayami realizaba la reverencia junto
a ellas.
—¿De… De que están hablando? —Tsubasa se puso pálido y su
rostro se transformo como si fuera un demonio.
—No pongas esa cara, lo que pedimos es simple. Solo debes
hacerte pasar por Ayami en su cita; nosotras estaremos allí escondidas
ayudándote en lo que sea necesario —dijo Nana con su voz confiable e
intelectual.
—¡¿Pero si intenta besarme?! —pregunto alterado y algo
sonrojado, provocando que Ayami se sonrojara de solo pensar en ese beso, ya que
se tratarían de sus labios.
—¡¡No!! No puedes besarlo —Ayami alzo la voz con su cara
toda sonrojada—.So-Solo tienes que agradarle por mi forma de ser hasta que pase
este mal entendido, por favor.
—El problema es que no eres tu misma.
—Lo se, pero te ayudare a actuar como se supone que yo
actuaria o respondería a sus preguntas, por favor ¿Si?
—De acuerdo, pero esto te costara caro —Frunció el seño y
se cruzo de brazos, mientras que las demás saltaban de alegría—¡¡Pero ni
pienses que actuare como una niña cursi o
me sonrojare en momentos sentimentales!!
—No, no hace falta. Hare lo que me pidas, muchas gracias —Ayami
lo abrazo de la alegría y luego a sus amigas.
—¡Que molestas! —suspiro Tsubasa—. Me voy a casa, locas.
Los preparativos para el festival estaban avanzando de
buena manera y Tsubasa estaba teniendo un muy buen comportamiento, por lo que
Ayami se sentía mas amable con el.
A pocos días del gran festival, el día de la cita de
Ayami había llegado y pese a que no seria ella misma la que estaría frente a
Kai, estaba muy nerviosa y ansiosa.
Se suponía que Ayami debía reunirse con el en la estación
a las ocho en punto de la noche, por lo que ellos cuatros se reunieron antes
para poder planear las cosas. Nana estaba mas preparada que un agente secreto y
se sentía poderosa con los nuevos juguetes que su hermano había comprado; un
set de espionaje completo, desde micrófonos hasta larga vistas.
—Este es el plan y lo diré una vez, por lo que deben
escuchar primero y luego preguntan —aclaro Nana antes de comenzar—. Tsubasa
llevara ese micrófono consigo para que podamos escuchar todo lo que pasa y asi,
con este mini auricular, podremos dictarte lo que deberás contestar en
ocasiones importantes. Nosotras nos mantendremos a una distancia en la que
podamos observarlos pero sin ser vistas por ustedes o al menos por Kai, por lo
que Tsubasa tendrá que estar atento a que Kai no nos descubra. Si vez que
sospecha le avisaras a Ayami por mensaje, ya que tu llevas su celular y ella el
tuyo, y tu sabes tu propio numero. ¿Entendieron?
Todos la miraron con los ojos bien abiertos y temerosos,
como si estuvieran frente a un general y ellos fuesen sus soldados.
—Lo tomare como un si. Andando —anuncio Nana mientras
terminaban de preparar bien a Tsubasa.
—No puedo creer que este vistiendo de esta manera y este
usando maquillaje —replico Tsubasa seriamente.
—Oh pero si estas preciosa —dijo Sakura mientras reía.
—Voy a matar a tu amiga —Le dijo a Ayami.
—Clama, calma —reía Ayami—, debemos llevarnos bien
¿Recuerdan? —Mientras que Sakura y Tsubasa se miraban seriamente y de forma
amenazadora.
—¡Ahí esta Kai-kun! Apresúrate Tsubasa —dijo Nana
mientras lo empujaba fuera de los arbustos en los que se escondían frente a la
estación.
—¡¡Ayami!! ¿Cómo estas?—Lo saludo amablemente Kai.
—¡¡Responde: Bien ¿Te hice esperar demasiado? Y sonríe!! —Le
comunicó Nana a través del micrófono.
—¿Estas loca? —murmuro sin ser escuchado por Kai.
—¡¡Solo di eso!!
—Eh… Bi-Bien ¿Esperaste demasiado por mi? —dijo lo que le
indicaron, pero se sentía como un completo idiota.
—No te preocupes, recién acabo de llegar —sonrió Kai.
Ayami, a lo lejos, vio esa sonrisa y se volvió loca de
felicidad. Mientras que Tsubasa pensaba: ¿Tan patéticos somos los hombres con
las chicas que nos gustan? Te vimos que hace un buen rato estabas esperando.
La cita continuo, Kai había preparado llevar a Ayami al
parque primero y luego a cenar. La cena seria el punto clave, ya que ahí
tendrían que conversar y Nana estaría preparada para dictarle.
Kai le dio a elegir los juegos, por lo que Tsubasa elegía
los más salvajes y donde no tuvieran que estar tan cerca el uno del otro,
mareando al pobre Kai que decidió ir al baño a por un momento. Por lo que Ayami
tomo el micrófono.
—Ya deja de subir a esos juegos salvajes, es lago que no
haría y dejas mala impresión de mí.
—No tengo la culpa que sea un patético —contesto enojado.
—Solo, solo se amable con el —suspiro Ayami después de
hablar.
—¿Estas hablando por teléfono? —Le pregunto Kai que ya había
regresado del baño.
—¡¡Ehh!! No, si… Yo —Tsubasa se ponía nervioso con
facilidad, no era muy bueno en esto de actuar. Ayami podía notar eso con
facilidad, pese a la distancia en que se encontraban. Lo que la hacia sentir
algo culpable de ponerlo en una situación como esta.
—¡Que linda cuando estas nerviosa! —sonrió Kai—. Mejor ya
vamos a cenar, se esta haciendo tarde.
Después de llegar al restaurante y tomar asientos,
pidieron su oren. Mientras esperaban, Kai comenzó a hablar un poco de su vida
personal y luego comenzó a preguntar por la vida de Ayami; Tsubasa respondía
todo como Ayami le indicaba. Incluso después de comer, Kai seguía hablando pero
Tsubasa se estaba cansando por haber estado hasta tarde realizando las tares
del comité que le correspondían a Ayami.
Al ver su rostro, Ayami pudo notar la vista cansada que
este llevaba y si seguía asi caería desmayado de sueño.
—¿Me escuchas, Ayami? ¿Estas bien? Te noto algo cansada —pregunto
Kai algo preocupado.
—Ah, no. Estoy bien —Tsubasa sonrió, no podía estropear
la cita.
—Entonces… ¿Quieres ir al Karaoke?
Tsubasa abrió grande sus ojos, pero cuando iba a
contestar, Ayami le hablo por el micrófono.
—Dile que ya es muy tarde y debes regresar o mi madre se
preocupara.
Tsubasa aun no contesto, no entendía ¿No quería una cita
perfecta?
—Pero el karaoke es el mejor lugar para aproximarse mas
el uno al otro, luego de seguro te acompaña a casa —dijo Sakura.
—No, es suficiente por hoy —Ayami sonrió—. Tsubasa, dile
lo que te dije antes. No hace falta que te acompañe, dile que tu hermana te
espera en la estación.
Tsubasa dijo exactamente lo que Ayami le dijo, aunque Kai
insistió en acompañarla, Ayami se negó a que eso pasara. Después de despedirse
muy bien y amablemente de Kai, se rencontró con Ayami y las demás.
—Bueno, fue un buen día ¡Buen trabajo, Tsubasa! —dijo
Nana al despedirse.
—Lo hiciste bien —repitió Sakura, antes de retirarse
junto a Nana a casa.
Después de que se despidieran y marcharan, Ayami regreso
junto a Tsubasa. En verdad estaba en una gran deuda con el.
—¿Por qué no dejaste que Kai te acompañara? —pregunto
Tsubasa al llegar a la estación.
—Porque podría haberse vuelto un momento realmente
incomodo para ti, la despedida frente a mi casa ¿No lo crees? —Sonrió Ayami. Tsubasa
asintió, realmente pensaba que eso seria muy incomodo para el. —En verdad,
muchas gracias. Estoy muy agradecida y te pido perdón por ponerte en esta
situación.
Ayami miraba el suelo, estaba apenada por todo lo que lo
hizo pasar. Tsubasa sonrió.
—No te preocupes, aun debes pagarme —Comenzó a reír.
—¿Q-Que me harás hacer?
—¡No pienses cosas pervertidas, y menos estando en estas
condiciones! Incluso si no estuviéramos asi —replico algo alterado.
—No-No pensé eso… ¿Entonces… Que debo hacer?
—Tendrás que ser mi sirvienta por dos semanas, pero
cuando ya estemos en nuestros propios cuerpos, si no, no tendría sentido.
—¡¿Sirviente?!
—Claro, deberás hacer mis deberes, no fastidiarme en la
escuela, traerme el delicioso almuerzo de tu madre… Entre otras cosas, ya se me
ocurrirá —No podía evitar reír mientras Ayami se quejaba.
—Que cruel y
despiadado eres —suspiro Ayami.
Un nuevo amanecer comenzó a primeras horas de la mañana,
iluminando la ciudad. Con un sol un poco más cálido; a estas alturas en la que
estaban atravesando el fin de la primavera para darle la bienvenida al intenso
calor del verano.
Los rayos del sol atravesaron la ventana de Ayami,
despertándola por completo y anunciando que un nuevo día había comenzado.
Justamente ese era el día del festival, muy importante para Ayami pese que aun
no se encontraba en su cuerpo.
Después de un buen y completo desayuno, junto al gato de
Tsubasa –con el cual se habían vuelto muy buenos compañeros- se preparo para ir
al instituto temprano y revisar los últimos preparativos para los próximos dos
días de festival que ella, mas que nadie, tenia a su cargo.
Al llegar a su salón, se encontró con Tsubasa vestido con
ese extravagante traje de Neko el cual la apenaba demasiado al tratarse de su
cuerpo. Pese a que todas sus compañeras también lo llevaban, ella no se sentía
cómoda con ese traje.
—¿Po-Porque llevo puesto eso, Tsubasa? —Le gritó en el
pasillo donde nadie los oyera.
—Buenos días para ti también —replico—. En cuanto al
traje, todas lo llevan pero yo me negué a usarlo y Sakura me obligo.
—¿En serio? Perdón… Jeje.
—Y me dijo que debes ponerte este traje y par de orejas
para atender las mesas, lo cual me disgusta demasiado —Le entrego la ropa y las
orejas, que se solo verlas le daba nauseas imaginarse con eso puesto.
—Que vergüenza —suspiro Ayami—, al menos todo lo
preparado lo logramos a tiempo. Tengo fe en que ganaremos.
—Otra vez la patética tu —Se quejo y entro al salón.
—Gruñón —murmuro Ayami.
La academia estaba
repleta de estudiantes moviéndose de un lado a otro, tanto del mismo instituto
como de otros que venían a visitarlos al igual que demás personas que
rebalsaban el lugar.
Todos muy ocupados en sus actividades y tareas del día.
El salón de Tsubasa estaba repleto de personas, por lo que todos estaban muy
ocupados atendiendo mesas; mientras algunos de sus compañeros realizaban los
últimos retoques al carro y vestuario para la presentación final del día
siguiente, con la que cerrarían dicho festival.
—Parece que todo esta marchando muy bien, Ayami-chan —Le
informo Nana.
—Me alegro —No dejaba de sonreír—; esperemos poder ganar
mañana.
—Pshh… Ayami —Kai se encontraba en la ventana del salón
llamando por Ayami.
—Tsubasa —murmuro Ayami y le pego un codazo—. Me buscan
afuera.
Tsubasa volteo y al ver a Kai se mareo, sabia que tarde o
temprano vendría a buscar a Ayami y debía responder.
—No quiero ir —suplicaba Tsubasa.
—¡¡Ya, ve!!
—Me debes tanto… —Se aproximó a la ventana intentando
sonreír lo mejor que podía—¿Co-como estas, Kai-kun?
—Por favor, solo Kai —sonreía—.Pase a ver si ya estabas
libre para ir a dar una vuelta por los demás puestos ¿Puedes?
—Bueno, yo… —Sakura lo interrumpió.
—Claro que puede, ya es su turno de descanso —Tsubasa
quería matarla con la mirada, pero no podía negarse frente a él, asi que se
fueron juntos.
Ayami vio que se alejaban, extrañada no comprendía por
qué y le pregunto a Sakura que había pasado. Ella le explico que dejo que se
fueran a dar una vuelta juntos y asi ayudarla.
—Pero no puedes hacer eso mientras estén solos, Tsubasa
podría estar en problemas —Le replico Ayami a Sakura—. Voy a ver que este bien —Salió
corriendo soltando la bandeja.
—¡Ayami! Lo siento… —Intento disculparse sin gritar su
nombre muy fuerte.
—¿A dónde se fue? —pregunto Nana.
—A resolver el problema que ocasione —dijo disgustada
Sakura—. Yo cubriré sus mesas.
Ayami corría entre las personas, pero no podía
encontrarlos por ninguna parte. El lugar estaba repleto de personas por todas
partes lo que lo hacia mas difícil para ella.
En el camino choco con la profesora de arte del club de
Tsubasa, tirándole todas las carpetas al suelo.
—¡Lo siento! —Se disculpo y comenzó a ayudarla.
—Esta bien Tsubasa —respondió la profesora en un tono muy
cálido con mucha confianza, como si entre ellos ya no hubiera formalidades y
Ayami noto eso—¿Cómo has estado? Hace mucho que no asistes a clases.
—Bue-Bueno, yo… —Ayami no sabia que responder, realmente
ella no conocía a esta persona.
Detrás de ellas, apareció Tsubasa junto a Kai. Ayami
levanto la mirada y se sentía aliviada de que el estuviera aquí, aunque Tsubasa
se comportaba algo incomodo estando cerca de esa mujer; Ayami pudo notarlo pero
no se atrevió a preguntar.
—Me mantuvieron ocupado con el festival, pero prometo
regresar la próxima semana a mis actividades de club —Le respondió Ayami a la
profesora y Tsubasa no impidió que lo dijera, asi que pensaba que había
contestado bien.
La mujer se fue sonriendo con sus apuntes después de
despedirse de ellos, mientras que Ayami le dijo a Tsubasa que debían regresar
al salón por lo que Kai se disculpo por haberla sacado de sus tareas asi de
repente.
De regreso al salón, los dos estaban callado, pero Ayami
no aguantaba las ganas de saber que había pasado en ese momento en que vio a la
profesora de arte y porque había dejado de ir a clases. Lo dejo pasar por el
bien del festival, ya que si él se molestaba por algo podría provocar el fin de
su buena relación hasta el momento y de tranquilidad durante el evento.
El primer día había finalizado, los estudiantes se
encontraban realizando la limpieza para que al día siguiente todo marchar bien
y sin demoras, ya que el acto final –el desfile de carros- se realizaría al
atardecer y al anochecer todo finalizaría con la fogata.
De regreso a casa, acompañados con la brisa del
anochecer, Ayami caminaba junto a Tsubasa pero sin establecer una conversación.
Lo que hacia que el camino se tornara en un ambiente bastante incomodo para
ambos; por lo visto ese encuentro puso incomodo a Tsubasa.
—Bueno, nos vemos mañana —Se despidió Tsubasa frente a la
estación.
—Tsu… Nos vemos mañana —Antes de preguntar por lo
sucedido, Ayami termino arrepintiéndose y despidiéndose. Solo quedaba ella y
sus pensamientos sentada dentro del tren.
El último día del festival había comenzado a primeras
horas de la mañana, llenando el instituto de estudiantes que comenzaban su
actividad para recibir al público nuevamente.
El salón de Ayami estaba siendo todo un éxito, gracias a
las actividades físicas que realizaban otros salones dejando hambrientas y
sedientas a las personas visitantes. Por lo que andaban a las corridas y
bastantes ocupados, no había tiempo ni para suspirar del cansancio.
Entre corridas y multitud de gente, los alumnos se
sentían incomodos y presionados pero aun asi no abandonaban su trabajo, y mucho
menos Ayami que favorecida por el cuerpo de Tsubasa, podía realizar aun mas
actividades y soportarlas mejor. A diferencia de Tsubasa, que se sentía
bastante débil en un cuerpo de mujer.
Casi llegando al atardecer, la gente comenzó a
tranquilizarse dejando mas tiempo libre a los estudiantes.
—Presidenta, los chicos del carro quieren verla para
hablar sobre los últimos preparativos —dijo una compañera acercándose a la
supuesta Ayami.
—Yo te acompaño, Ayami —dijo la verdadera a Tsubasa, ya
que notaba el cansancio que este llevaba por lidiar con su cuerpo.
En el camino al gimnasio, donde los estudiantes estaban
relazando los últimos retoques para la presentación final, Tsubasa y Ayami
volvieron a toparse con la profesora del taller de Arte. Tsubasa aparto la
mirada nervioso y empujo a Ayami a uno de los salones para no chocarse con
ella. Sin darse cuenta que al salón que habían entrado era en donde realizaban
una casa del horror. Ayami casi se desmaya de tan solo ver al estudiante
vestido de la muerte en la entrada, con esas manos esqueléticas tan reales como
cualquier cosa del lugar.
—¡¡Bienvenidos a nuestra casa del horror!! —dijo una
adorable chica vestida de bruja, que insistió que entraran. Prácticamente
empujándolos.
Ayami ya había comenzado a temblar de solo notar esa
tranquila oscuridad, la cual para ella es el momento de más terror o el
comienzo. Tsubasa se había dado cuenta desde el principio de la cara de pánico
que llevaba, pero no pudo evitar ser empujado también, ya que su débil cuerpo
le jugo en contra.
Mientras avanzaban, el trataba d encontrar su mano para
asi darle mas confianza, pero Ayami estaba casi petrificada que no movía ni un
musculo.
—¡¡Ayami, Ayami!! —La buscaba manoteando en el aire—¿Dónde
estas?
—A-Aquí —respondió con voz temblorosa.
—¡Dame tu mano! —dijo molesto mientras la tomaba fuerte y
acerco mas a el—. No pasa nada, para salir de aquí hay que terminar el
recorrido. Tú tranquila.
Los músculos de su cuerpo comenzaron a alivianarse, en su
interior pudo sentir alivio gracias a la calidez que Tsubasa le transmitía con
tan solo tomarla de la mano. Después de unos cuantos sustos, gritos y
escalofríos allí dentro; lograron salir a la luz. Ayami pálida, como si hubiera
perdido la vida, pero poco a poco comenzó a recuperar el color.
—¿Estas bien? —Le pregunto serio.
—Ehh… S-Si —respondió Ayami apenada por que él había
tenido que ver su parte mas débil.
Frente a la puerta del gimnasio, Tsubasa la miro y
comenzó a reír.
—Asi que después de todo no eres tan fuerte, creo que ya
no debo llamarte sargento ni nada parecido —sonrió y se dirigió con sus
compañeros para hablar del carro.
Ayami no pudo evitar recordar cuando el tomo su mano y
esa extraña pero cálida sensación de calidez. Sus mejillas comenzaron a sentir
un calor parecido, al parecer se había sonrojado levemente y su corazón no
comprendía porque. Sin darle mucha importancia, agito su cabeza para despejar
pensamientos, y siguió a Tsubasa con los demás.
El anochecer llego acompañado de un gran desfile,
desplegando luces de colores y músicas por la calle de la ciudad, ahora
iluminada por la pintoresca juventud. Los vecinos salían de sus casas entusiasmados
para ver e incluso algunos se les unían en su camino al parque central donde
los jueces los esperaban para decidir al ganador.
Ayami estaba muy feliz de lo que habían logrado con tanto
esfuerzo, dedicación y trabajo en equipo. Ahora tenía otra forma de pensar
sobre Tsubasa, parecía haber madurado un poco. Mientras pensaba en eso, Ayami
volteo para verlo recordando el momento en la casa de horror pero algo mas
regreso a su mente. La escapada de el al haber visto a la profesora y su
incomoda reacción, aun estaba curiosa por saber ¿Qué tipo de relación llevaban
esos dos? Pregunta que solo en su mente se repetía y se hundía en lo más
profundo de sus pensamientos.
El momento esperado llego, cada carro se encontraba
frente a frente de los jueces preparados para dar lo mejor. Todos estaban
nerviosos pero preparados; el salón de Ayami había apostado a ganar.
Continuara…
Flor ~ Hana Sakura ~
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarPorfavor continua esta hermosa historia, ya son 5 meses sin el 4to capítulo :(
ResponderEliminarHola guapa ya hace tiempo que no me conecto ya sabes el tema de los estudios. En fin ya es verano, y hace tiempo empece a leer esta historia con una amiga ¡nos encanto! Espero que puedas acabarla, muchas gracias por seguir escribiendo. Me gusta mucho como has puesto las historias por orden, es más fácil de encontrarlas, gracias, besitos ¡sigue con ese animo de escribir!
ResponderEliminarHola, mil disculpas.... Tengo que retomarla lo que pasa es que s eme juntan muchas cosas :C perdón !!
ResponderEliminarBuen capítulo, la serie me saca una risa que no es jugando xD y la ortografía super cuidada
ResponderEliminarOtro capitulo bueno!!, me gusta como la relacion de Ayami y Tsubasa esta madurando :3 , y el hecho de que las amigas sepan su secreto hace mas divertida la historia y mete en mas lios a Tsubasa de los que la propia Ayami lo pondria, ademas ya me estoy muriendo de la curiosidad por que tipo de relacion tiene Tsubasa con su profesora de Arte (o.o)
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